Actualmente existen datos epidemiológicos que relacionan a la alimentación y otros factores con ciertas enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, neurodegenerativas, cáncer, osteoporosis, etc.
Algunos de los problemas de salud de la tercera edad podrían verse favorecidos con una adecuada intervención nutricional. Este régimen debe adecuarse a la situación y debe evaluarse periódicamente para comprobar la tolerancia y adherencia.
A continuación, diez claves de la alimentación saludable en el adulto mayor:
1. Realizar una correcta elección de los alimentos en el mercado. Es importante, también, cuidar su manipulación y conservación en el hogar.
2. Asegurar el consumo de energía (calorías) adecuado, para mantener el peso correcto y como vehículo de nutrientes. Las dietas muy restringidas en calorías no cubren todos los requerimientos.
3. Hacer cuatro comidas diarias. Si existiera pérdida de apetito se recomienda realizar seis comidas e ingerir menores cantidades en cada comida.
4. Comer con moderación e incluir alimentos variados en cada comida.
5. Comer frutas y verduras todos los días.
6. Consumir lácteos descremados todos los días.
7. Comer carnes rojas y blancas. Antes de cocinarlas hay que retirar la grasa visible.
8. Evitar frituras y moderar el consumo de azúcar y sal.
9. Vigilar la ingesta de líquidos: hay que tomar abundante agua potable durante todo el día. Con el envejecimiento hay cambios en el balance hidro-electrolítico y el contenido del agua corporal tiende a disminuir.
10. Cuidar la dentadura y la higiene bucal. Evitar el cigarrillo. Fuente: RPP
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